ENCUENTRA A CRISTO
Jesús, siendo amoroso y compasivo, cambia lugares con el leproso a quien curó. El hombre se encontraba aislado, apartado y en soledad. Al curarlo, Jesús lo restauró a la comunidad, pero se encontró incapaz de moverse en la sociedad. El resultado de hacer la voluntad de Dios a veces nos lleva a lugares inesperados, pero cómo Católicos encontramos un significado profundo en morir en nosotros mismos por el bien de los demás. Sin importar el costo o consecuencia, nos unimos a Jesús cada vez que nos invertimos en otros.
¿Buscando por más?
Utilizando la oración Ignaciana del Examen, repasa tu día y reflexiona donde hubo lagrimas de dolor que no escuchaste o signos de que alguien te necesitaba y no los viste. Toma la decisión de escuchar diferentemente y ver un poco más claro en el día de mañana.
Canción de adoración